Mérida, 16 de octubre de 2020. Son las personas en peor situación las que no logran beneficiarse de la recuperación económica. Las personas con rentas más bajas no solo no han conseguido recuperarse, sino que han empeorado su situación. La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social presenta hoy el X Informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008 – 2019’. Esta presentación se produce en el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
El estudio destaca que, en el año 2019, el 25,3 % de la población en España, vivía en Riesgo de Pobreza y/o Exclusión Social.
Termina la Estrategia Europea 2020 y Los resultados obtenidos, muestran que España ha fallado en el cumplimiento de los objetivos comprometidos, y que, además, los indicadores propuestos para evaluar la Estrategia registran datos incluso superiores a los del inicio del período.
El indicador europeo AROPE (At Risk of Poverty and / or Exclusion por sus siglas en inglés) se ha reducido en 0,8 puntos (del 26,1% al 25,3%), pero todavía es 1,5 puntos superior al existente en 2008. la progresiva reducción del AROPE se debe fundamentalmente a la importante mejora del indicador BITH, de intensidad de empleo en los hogares, que ha decrecido en 6,3 puntos porcentuales desde el año 2014. Por el contrario, la reducción de la pobreza ha sido mucho menor y actualmente se encuentra 1,6 puntos porcentuales por debajo de su máximo histórico.
La privación material severa, tercer componente del AROPE, se redujo en cuatro de los últimos cinco años, sin embargo, se mantiene, aún, 1,1 puntos porcentuales por encima de los registrados el año 2008. Parece poco, pero es mucho, pues equivale a un incremento del 30%.
Este conjunto de indicadores refleja que la mejoría de los datos macroeconómicos, no reflejan el claro empeoramiento de las condiciones de vida de las personas más pobres en el conjunto del período, expresado principalmente en el aumento de la brecha de pobreza y de la tasa de pobreza severa.
En Extremadura el indicador AROPE disminuyó este último año y se sitúa en el 37,7%, es decir, algo más de 400.000 personas, unas 76.000 menos que el año pasado, repartidas prácticamente a partes iguales entre hombres y mujeres.
Este X Informe analiza también las diferencias territoriales entre las comunidades autónomas. España está dividida en dos mitades norte y sur, y las diferenciales que hay entre las regiones del norte y las del sur, son más que evidentes y pueden llegar a suponer para este año más de 26 puntos. Las CCAA del norte, mantienen bajas tasas de pobreza y/o exclusión social y, por el contrario, aquellas situadas al sur presentan tasas extraordinariamente elevadas.
Otras variables, tales como aquellas que miden la extensión de la pobreza y su intensidad, la privación material severa y todos sus ítems de consumo básico, la renta y la baja intensidad de empleo, registran también, importantes variaciones en función del territorio.
El indicador AROPE incluye tres subindicadores:
–TASA DE POBREZA O POBREZA RELATIVA: Incluye a las personas con un umbral de renta de 9.009€ anuales, equivalentes a 750€ al mes. En Extremadura están bajo el umbral de la pobreza el 31,5% de la población, un total de 335.617 personas. Se ha reducido 6 puntos con respecto al año anterior, sin embargo, la mantiene, otra vez, como la más alta de todas las regiones.
–PRIVACIÓN MATERIAL SEVERA: Incluye a las personas que no pueden permitirse cuatro de nueve indicadores de consumo, entre ellos no poder permitirse una comida de carne o pollo cada dos días, mantener la vivienda a temperatura adecuada, no tener capacidad de afrontar gastos imprevistos o retrasos en los pagos de vivienda. El 6,3% de la población extremeña están en carencia materia severa, un total de 67.324 personas.
-Vivir en un hogar con BAJA INTENSIDAD DE EMPLEO (BITH): Se refiere al número de meses trabajados por el número de meses que podrían trabajar los miembros en edad activa del hogar. El 12,9 % de la población extremeña menor de 60 años vive en hogares con baja intensidad de empleo. Esta cifra es 2,4 puntos inferior al año anterior, con lo que se alcanzan tres años seguidos de reducción de las cifras, un total de 100.726 personas. A pesar de que este indicador ha mejorado con respecto al año anterior, tener un empleo no garantiza salir de la pobreza, como se ha considerado hasta ahora, ya que los otros indicadores sobre condiciones de vida han empeorado.
Desglosando el X Informe del Estado de la Pobreza de 2019 podemos concluir:
- La recuperación macroeconómica proclamada en los últimos años ha quedado lejos de alcanzar de manera efectiva a las personas en peor situación. En este sentido, los datos muestran la incapacidad económica de una gran parte de población para hacer frente a una crisis de la magnitud que produce la pandemia de la COVID-19. Además, El 49,3 % de la población española tiene alguna clase de dificultad para llegar a fin de mes.
- El 43,3 % las personas desempleadas viven en situación de pobreza y se mantiene como la más alta de todos los grupos de actividad, lo que demuestra las limitaciones de la protección al desempleo y las restricciones del Estado de bienestar actual
- El 14 % de las personas ocupadas se encuentra en riesgo de pobreza, es decir son personas trabajadoras. Esta cifra se permanece invariable, a pesar del crecimiento del PIB y de sucesivos años de crecimiento en empleo. Este dato confirma que tener un empleo no garantiza salir de la pobreza.
- La discriminación de género que rige las condiciones del mercado de trabajo, Las mujeres, en casi todos los indicadores, evolucionan peor que los hombres. Hablamos, por tanto, de un problema estructural.
- El 46,8% de las familias monoparentales se encuentra en riesgo de exclusión o pobreza, y de ellos, alrededor del 80% son hogares monomarentales, es decir, están encabezados por una mujer.
- Los niños, niñas y adolescentes, suponen un factor de riesgo de pobreza importante. La situación de pobreza en hogares con hijos/as se incrementa.
- Las personas con discapacidad registran valores mucho más elevados que aquellas que no tienen ninguna, y esto no es una cuestión coyuntural.
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